27 septiembre 2011

Capitulo 13 Declaración

Durante el paseo nos reímos mucho, paseamos por un parque, tomamos helados y hablamos de chicos (¿qué grupo de amigas no lo hace?). Regresamos a la casa de Majo y en la sala estaban Paul y George. Paul parecía algo nervioso y se acercó a Majo, le dijo algo al oído y ella sonrió pícaramente.

-Chicas, vamos a mi habitación –invitó Majo, todas comenzamos a subir la escalera hasta que ella se detuvo- Abby buscá en mi mochila la revista que me pediste ayer.

-¿Donde está?

-En el sillón de la sala

Todas subimos menos Abby que volvió a la sala. Majo nos encerró en su habitación.

-Chicas, esto fue una excusa, Paul le quiere dar algo a Abby y necesitaba estar a solas jejeje- Majo tenía una cara de felicidad que se le notaba de allí a la China

-¡Perfecto! –exclamé- ¡vamos a espiarlos!-entreabrí la puerta y por allí justo pasaba George

-¿Ustedes tambien van a espiar?- me preguntó con una sonrisa cómplice

-¡Claro que si!

-¡George, vení a ver con nosotras! –Majo se había asomado también e invitó a George a entrar, cosa que él aceptó.

Nos quedamos mirando desde allí la escena de la sala. Abby buscaba la revista en la mochila de Majo, obviamente la revista no existía, y Paul la miraba, hasta que se acercó a ella.

-Ehh....Abby....-dijo visiblemente nervioso- ...hice esto para vos...-le entregó una hoja de carpeta

Abby lo miró un poco confundida y desdobló la hoja. Leyó lo que había y negó con la cabeza.

-¡Oigan, no veo nada!-se quejó Isabella

-Shhh...van a escuchar...-dijo George con su dedo índice tapando su boca- Prudence ¿querés ver desde acá?

-Gracias George –Prudence se acercó mas a éll, desde allí podía ver lo que sucedía

-Paul no puedo aceptar esto –Abby le devolvió la hoja

-¿Por qué? –preguntó triste- es una canción...la escribí para vos

-Es muy linda, pero no

-Esto es por culpa de Jason ¿no? –ahora no se veía triste, sino molesto

-¿Qué tiene que ver Jason en esto?

-Porque vos gustás de él...y no de mí....-Ahora se veía nuevamente triste

-Paul yo....yo no gusto mas de él, es una porquería

-¿Y entonces?

-Entonces nada. No me gusta nadie.

-Abby ¿cuántas veces voy a tener que decirte que me gustás mucho?

-No lo digas mas. Siempre fuimos amigos, no quiero que se termine todo por esto

-¿Le dijo que no? –Majo estaba sorprendida

-Así parece –respondí

-Pero...harían linda pareja –dijo Prudence

-No te preocupes, hay otras parejas mas lindas –George la miraba de una forma que la hizo poner colorada

Las chicas casi ni escucharon el comentario de George, porque vieron que Abby se acercaba y cerraron la puerta. Abby la abrió de golpe

-Majo tu revista no está –dijo secamente

Todos la miramos de una forma que hizo que se diera cuenta que lo sabiamos todo

-¿Qué? –preguntó molesta- ¿esperaban una escena de amor?

-¿Como supiste que estábamos espiando? –Majo aún seguía sorprendida

-Lo veo en sus caras de chusmas. Además George está acá, no me digan que vino a hablarles de vestidos

-¡Me gustan azules! –dijo George con vocecita de niña

Reímos por su comentario y comenzamos a atosigar a preguntas a Abby. George bajó a ver a Paul

-¡Ay basta! ¡Le dije que no porque no me gusta! –Abby estaba muy cansada con nuestras preguntas.

-¡Es mentira, te gusta y no lo reconocés! –Majo insistía en que su amiga dijera la verdad

-¿Tantas ganas tenés de que me convierta en tu cuñada?

-¡Si!

-No aguanto mas, me voy –tomó su bolso y bajó rápidamente las escaleras, pasando por donde estaba Paul, que la miró casi con resignación. Nosotras la seguimos y nos despedimos de Majo.

Llegué a mi casa muy cansada, aunque me seguía riendo por la situación de Abby y Paul. En verdad se veían bonitos los dos juntos, pero...Abby no aflojaba. Estaba haciéndome unas tostadas con mermelada cuando escuché el timbre.

-¡Mercy!

-John ¿qué querés? Ya te di la tarea...

-No venía a eso. Vengo a presentarte a tu nueva vecina –se notaba que atrás de si escondía algo y cuando me mostró....

-¿Una guitarra? –pregunté incrédula

-¡No, es un tren ruso! Claro que es una guitarra, Mimi me la compró esta mañana. No te la presenté antes porque estabas ocupada con tus amiguitas. Ahora, dejame pasar, toquemos juntos, vos en el piano y yo con mi guitarra dulce y hermosa

Entró y se sentó en un sillón, muy dueño de casa. Yo lo miré con fastidio y me senté en el piano.

-¿Y bien? –pregunté- ¿qué tocás?

-Ehhh...en realidad no sé nada.

-John....

-¡Mamá me enseñará a partir del lunes! Y ya verás, en pocos mese, vas a ver a mi banda en todos los carteles

-Si, si, y yo voy a ser Miss Universo.

-Vos seguí burlándote, ya vas a venir a pedirme plata

Pasaron dos semanas. La escuela seguía igual de aburrida, Marcia con sus tonterías, Gabriel muy feliz porque continuaba en el Cuadro de Honor, y John....bueno John seguía con su guitarra. Hay que reconocer que había progresado mucho, sin dudas se llevaba muy bien con su mamá, se lo veía contento por pasar las tardes con ella, que le enseñaba los primeros acordes. Yo continuaba soportando a mis padres, sus peleas eran como siempre, solo que estaban mas preocupados porque se habían enterado que mi abuela estaba enferma, así que planeaban viajar pronto a Londres para visitarla. Entre los dos pintaron mi habitación, de un lila tal como había soñado. Era lindo verlos trabajar juntos, como antes, sin pelearse, porque, claro, ni siquiera se dirigían la palabra. Un fin de semana caí enferma, una gripe horrible que me hacia toser hasta hacer temblar las paredes. Al lunes siguiente falté al colegio, sino contagiaría a todos hasta que mi gripe se convirtiera en una pandemia de la que se enfermaría todo el mundo y....ok, ya estoy exagerando. Porque, no sé si lo sabían, soy una exagerada.

-Cof! Cof! A....A...ATCHÚUUU!!! Auch...mis costillitas...me duelen....

-Vecina....

-¿quién anda ahí?

-¿Como quién anda? –John se asomó a la puerta de mi habitación- ¡Yo, John, el mejor guitarrista! –dijo levantando en alto su guitarra

-¡John! ¡estoy en pijama! ¡Salí de acá!

-Uyy olvidé que estaba en el convento de carmelitas descalzas...estás en pijama, no desnuda, y tampoco voy a hacerte nada. Así que voy a cantarte igual, para que te recuperes –tomó una silla y se sentó junto a mi cama

-Si vas a cantar no creo que me recupere, voy a terminar en terapia intensiva

-Che sos mala, eh! Uno que es un buen compañero, un buen vecino, viene a cantarte ¡y salís con eso!

-Jajaja, no te ofendas, lo dije porque necesito molestar a alguien, hace muchos días que estoy en cama y me aburro.

John comenzó a cantar, no lo hacía mal, además se acompañaba con la guitarra muy bien. Al final terminé cantando yo, aunque estaba afónica.

-Después me decís que canto mal, vos sos un desastre

-Es que estoy enferma

-Sos un desastre siempre, enferma o no jaja. Ah! aunque no lo creas copié todas las tareas y te las traje.

-Ayy gracias John, de verdad. No puedo creer que hayas copiado todo

-En realidad me lo copió Yasmine -Yasmine era una “amigueta” de Marcia, no me caía bien, pero, bah, no importa, le copió las cosas a John

-Ahh ya me parecía...¿ninguna novedad en el colegio?

-No...¡ah, si! ¡Tenemos compañero nuevo!

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Si, si, ya sé que muchas estarán esperando que actualize en la nove de Eva, pero es que tengo la condenada idea pero no sé como escribirla, en cambio este capitulo lo imaginé todo mientras me lavaba la cara esta mañana jajaja.

Bueno, me voy a hacer un trabajo, las fotocopias me esperan XD

Besitoss!

23 septiembre 2011

Capitulo 12 Amonestaciones

Entramos al colegio, pero aún no había sonado el timbre para que cada una fuera a su aula. Nos quedamos charlando, Isabella era muy simpática y, y al parecer, teníamos varias cosas en común, sin dudas ella y Prudence iban a terminar siendo mis grandes compañeras, porque con las que tenía en mi curso...uff, mejor ni hablemos, solo alcanza con decir que toda están “comandadas” por Marcia.

-¡Vecina! ¡No pensás presentarme estas hermosuras? –escuché a John detrás de mi. Cuando no, él siempre mirando chicas

-Chicas, él es John, mi compañero y vecino –dije agarrandolo del brazo, para que saliera detrás mío, ya que me había dado cuenta que me estaba haciendo “cuernitos” con los dedos.

-Hola John, soy Prudence

-Hola Prudence –respondió con una sonrisita pícara

-Yo soy Isabella

-¿Isabella? Es raro que alguien se llame así por estos lados...

-Si, soy la única que conozco –respondió riendo

El timbre sonó y nos despedimos para entrar a nuestras aulas. El día comenzaría con geografía, y con la geografía venía una lección: ubicar capitales de Europa en el mapa.

-¿Lennon? –preguntó la profesora -¿está Lennon?

John se escondió bajo su banco.

-Lennon acabo de verte. ¿Estudiaste?

-No –respondió, aun bajo el banco

-Bien. Tenés un 1

-Eso ya es costumbre, profesora

-Sos un tonto –le dije cuando ya se había sentado correctamente- ¿por qué no estudiaste? Es re fácil

-Bueno, no soy estudioso como vos

-Pero casi ni precisabas estudiar, hubieras pasado igual, a lo mejor te sacabas buena nota

Dejamos de hablar porque Gabriel estaba a punto de comenzar su lección. La profesora le hizo ubicar unas cuantas capitales.

-Muy bien Gabriel. ¿Cuál es la capital de España?

Gabriel cambió de color, pasó de colorado, a blanco. Miró a todos. Tragó saliva.

-No sé.

Solté una risa. No puede ser, el señorito inteligente no sabía eso.

-¡Gabriel, que raro! –exclamó la profesora- bien....tenés un 9

Se sentó, visiblemente enojado.

-¿Wells?

Me puse de pie y me dirigí al frente, del pizarrón colgaba el mapa. Me preguntó varios nombres de capitales, y ubicar algunas otras.

-Wells, ¿podrías decirme cual es la capital de España?

-¡Madrid!

-Muy bien, tu nota es 10

Gabriel me miró con rabia, rabia asesina. Volví a mi banco sonriendo, no por la nota sino por la cara de Gabriel.

-¿Viste como te miró el zoquete ese? –me preguntó John

-Si...el día que faltaste me amenazó.¡Es un loco!

La clase finalizó, John y yo tardamos un poco en salir al recreo, porque peleabamos por unas golosinas que habia llevado yo. Gabriel se acercó.

-¿Asi que la capital de España es Madrid? –preguntó altanero

-Si, es un respuesta muy fácil –lo miré burlonamente

-El único que saca 10 soy yo

-Pero sacaste 9. Chau

Me alejé de él, John moría de risa, pero Gabriel me tomó del brazo y me dio vuelta

-¡No podés sacarte mas nota que yo! –me gritó, se veía muy alterado, podríamos decir que hasta me dio miedo, parecía que ya iba a sacar una navaja y apuñalarme

-¿Qué hacés idiota? –John lo agarró del brazo y lo tiró contra la pared

-Perdón Lennon, no sabia que estaba metiéndome con tu novia –a pesar de que estaba frente a John, que también se veía enojado, el muy nerd se hacia el gracioso

-No es mi novia estúpido. Y si ella se sacó mas nota dejala tranquila

-A mi no me das ordenes, pobre diablo

John pareció enojarse mas y lo agarró de la corbata.

-¡John, dejalo! –la situación me estaba asustando, John parecía dispuesto a todo y Gabriel no aflojaba

-Ni siquiera tenés padres –definitivamente, Gabriel se pasó. Era mas despreciable de lo que creía

John le pegó una trompada, que hizo que Gabriel sangrara por la nariz

-¡John, por favor soltalo! –le di un empujón a Gabriel, para que se saliera de enfrente a John, y a él lo tomé del brazo.

Pero ya era tarde. El preceptor estaba viendo todo.

-Vengan los tres a Dirección.

-Gabriel me molesta porque saco mejores notas que él, pero yo no le hago nada, por eso John se enojó con el. –intenté explicarle la situación al director, que me miraba indiferente

-No necesita explicar nada, Wells. Todos sabemos como es Lennon

-¡Pero el solo me defendió! Y le pegó a Gabriel porque le dijo algo muy hiriente

-Gabriel no es capaz de algo así. Wells vuelva al aula.

-Pero señor director...

-Vuelva

Salí de allí casi llorando. John tenía mala fama, si, pero esta vez...la culpa había sido mía. Isabella y Prudence me vieron

-¿Que te pasa Mercy? –preguntó Prudence preocupada

-John está en la dirección por culpa mía

-Pero ¿qué hizo? –Isabella parecía aún mas preocupada

-Hay un compañero que me molesta, y John me defendió, pero este chico le dijo algo muy feo y John le pegó.

No terminamos de hablar porque la puerta de dirección se abrió y salió Gabriel, que pasó a mi lado sin mirarme. Detrás de él, salió John

-John perdoname –le dije suplicante- por favor, disculpame, fue culpa mía...yo lo voy a arreglar

-No arregles nada. Ya me amonestaron.

Caminó hasta el aula, lo vi enojado, muy enojado, y seguro que era conmigo.

Salí del colegio muy triste, en lo que había quedado del día John no me habló. Isabella y Prudence trataron de levantarme el ánimo

-¿Que tal si mañana nos juntamos para pasear? Podemos decirle a Abby y Majo

-No sé Prudence...

-¿Quiénes son Abby y Majo? –preguntó Isabella

-Son amigas de Mercy. Llamalas por teléfono y después me avisás.

-Ok.

Ellas se fueron caminando y yo me quedé esperando el autobús, que estaba tardando en venir.

-No me enojé con vos

Me di vuelta asustada, John estaba detrás mio. Como siempre.

-Solo estaba molesto porque otra vez me amonestaron, nada mas. No tenés la culpa de nada

-¿De verdad? Yo voy a hablar con tu tía, para que no te rete

-Dejá, ni se va a enterar jeje

-Gracias por defenderme de ese idiota.

-La próxima vez te defenderás sola. Creo que sabrás hacerlo, podés ser una teddy girl

Lanzé una carcajada, y el también.

-Podemos empezar...¡no pagando el boleto de autobús!

-¿Qué?

John no me escuchó, ya estaba subiéndose al refugio de la parada.

-John, no entiendo nada –le dije desde abajo, él me miraba parado allí

-¡Subite! Cuando llegue el autobús te subís al techo y viajas ahí

-¿¿Qué?? ¡Estás loco! ¡No pienso viajar ahi!

-¡Hacé la prueba, subí!

-No puedo, tengo falda

-Bueno, vos te lo perdés

El autobús llegó, yo me subi y escuché ruidos sobre el techo. Cuando llegué a mi parada y bajé, John ya estaba sobre el techo del refugio.

-Te podés matar si seguís haciendo eso. Todo por no pagar el boleto –lo miraba con los brazos en jarra, como vieja quejosa

Ni siquiera me respondió, bajó de allí y caminamos hasta nuestras casas.

Llegué y llamé a Majo, preguntandole si quería encontrase con Prudence y su amiga. Aceptó encantada y acordamos que nos juntaríamos en su casa.

Al día siguiente, el famoso día sábado, Isabella y Prudence estaban en mi puerta, listas para encaminarse a la casa de Majo.

-Bueno chicas, ya estoy lista, ¡vamos! –les dije contentísima

-¡Mercyyy! –John gritaba desde su vereda- ¿A donde vas?

-No te importa

Se acercó y saludó a las chicas

-¿No piensan llevarme?

-No, no aceptamos metidos que viajan en los techos

-Tonta. ¿Entonces vas a abandonarme? ¿Me vas a dejar solo, acá, triste? –estaba haciendo su escena de mujer despechada, que pretendía arrancar lágrimas

-Si, te voy a dejar.

-¡Yo que te iba a dar una gran noticia!

Solo reí y me alejé caminando con las chicas, que también reían.

-Qué simpático que es tu amigo –dijo Isabella

-¿Viste? Es un loco.

-Mmm...me parece que Isa se enamoró –dijo riendo Prudence

Isabella solo se puso colorada y le dio un golpecito en el brazo a su amiga.

Llegamos a la casa de Majo y su hermano Paul estaba afuera, con su guitarra.

-Hola Paul

-Hola Mercy. ¿Buscan a Majo?

No pude contestar porque Majo estaba asomada por la ventana y gritando

-¡Ey! ¡Entren!

Entramos, las chicas saludaron a Isabella y subimos a la habitación de Majo.

-Chicas, ¡no sé como peinarme! –Majo agarraba su pelo y lo tironeaba

-Tranquila, yo te ayudo –Isabella tomó un cepillo y comenzó a peinar a Majo.

Escuchamos ruidos en la habitación de al lado. Al rato, dos personas cantaban

-Uy ya empezó mi hermano y su amigo –dijo fastidiada Majo- voy a callarlos

La seguimos, ella abrió la puerta sin golpear y Paul la miró con cara de pocos amigos

-Maleducada, golpeá antes de entrar.

-Perdón, pero quería decirles que dejen de aullar, molestan a mis amigas

-A mi nadie me molestó –dije

-Gracias Mercy, –dijo Paul- él es mi amigo, George.-dijo señalando al chico que estaba a su lado, con una guitarra

-¡¡¡Hola George!!! –dijimos al unísono

-Genial George, ya tenés fans.-rió Paul

George rió y nos saludó. Nos despedimos de ellos y caminamos rumbo al centro.

*****************

Chicas! Muchachas! Hermosas! XD

como están? Yo muy bien, me saqué un parcial de encima, aunque me queda otro, pero me tomé un descanso y les dejé este capi, que mucho mucho no me gustó, pero bueno...es lo que hay jaja

Besitos a todas!

13 septiembre 2011

Capitulo 11 Tristeza, fastidios e....Isabella

Qué increíble. Hacía dos horas que venía muy contenta del colegio y ahora estaba conociendo el cementerio de Liverpool. Era obvio que no lo estaba conociendo para hacer un paseo o descubrir fantasmas. Estaba allí porque George, el tío de John, había fallecido repentinamente. Y ahí estaba, John, su tía, unos parientes, amigos, vecinos....mamá, papá y yo estábamos mas alejados, según ellos porque no conocían bien al difunto y tampoco conocían a toda esa gente que estaba allí, salvo a Mimi y John. De mas está decir que todo era muy triste, ni siquiera el tiempo colaboraba, ya que estaba lloviznando y corría un aire frío. Mamá y papá se acercaron solo para saludar a Mimi, yo no los acompañé. Sabía que, según las costumbres, tenía que saludar a John, pero estaba rodeado de viejas que lo abrazaban y besaban. Supongo que en momentos como ese, lo que menos quiere uno es hablar y recibir saludos, casi siempre de gente que ni siquiera siente en verdad lo que esta diciendo, quiere estar solo, por lo tanto, no quería convertirme en una mas de los molestos que lo rodeaban. Además conociéndolo como era, seguramente estaba insultándolos por lo bajo.

Mis padres se acercaron nuevamente a mi, yo sólo miraba el suelo, me daba escalofríos ver como bajaban el ataúd a la fosa. Levanté la vista y, entre un hueco de gente, vi la mirada de John. Nos quedamos unos segundos mirándonos, no podía distinguir si esa mirada era de enojo por no saludarlo, de agradecimiento por no haberlo hecho o...Dios, ¿por qué soy tan egoísta? ¿Por qué su mirada tiene que ser sobre algo relacionado conmigo? Simplemente su mirada es de tristeza, mezclada con bronca quizás, por haber perdido así a su tío.

Terminó todo y papá nos llevó hasta casa, se fue porque tenía que trabajar, mamá cruzó hasta la casa de Mimi.

-¿Para qué vas a ir, mamá? ¿Para comer? –pregunté molesta

-Ay hija ¿qué decís? Ahora hay menos gente, voy saludarla y a preguntarle si necesita algo. ¿Venís?

-No, tengo que estudiar.

Esa respuesta siempre servía, con tal de que estudiara me dejaba sola, sino me hubiera arrastrado hasta la casa de John.

Al día siguiente, John no fue al colegio. Todos estaban enterados de lo que había pasado, así que aparte de aburrido, fue todo muy triste. Encima, Prudence había faltado también, así que estaba sola, sola y triste. Encima, esa tarde había gimnasia.

-Ay, perdoname, fue sin querer....

La cara de tonta de Marcia estaba a pocos centímetros de la mía. Y toda ella, estaba sobre mi, aplastándome.

-No hay problema, ¿podrías levantarte?

-Si, disculpame.

Se incorporó trabajosamente y salió corriendo, dejándome tirada en el suelo, luego de que ella “se resbaló” y cayó “sin querer” sobre mi, ensuciando “accidentalmente” con barro mi ropa de gimnasia. Si, claro, te creo y todo...

Me incorporé y seguí corriendo, ya que la profesora estaba gritándome que me apurara. Enseguida Marcia estaba corriendo a mi lado, traté de ignorarla, pero ella no quiere ser ignorada

-¿No sabés por qué faltó John?-preguntó con voz chillona

-¿No lo sabés? –le pregunté. Todo el colegio lo sabía, o era una despistada o me estaba preguntando a propósito

-No, no sé...-su cara lo decía todo. Vivía en la Luna.

No le contesté, aprovechando que la profesora había pedido silencio.

Llegué a mi casa y me bañé, para sacarme la mugre que me había pegado la rubia tarada. Ustedes dirán ¿tanto la odia? No, no la odio, simplemente no la soporto, y el día de ayer y hoy fue muy malo y además estoy indispuesta, o sea, el universo se puso de acuerdo para que yo maltrate a Marcia. Mientras me cambiaba, miré por la ventana. La casa de John tenía visitas. Pero tenía que ir a verlo, si o si.

Toqué el timbre y abrió John. Se lo veía triste. Muy triste.

-Hola John...venía a traerte las tareas....-en momentos como éste, no sabía qué decir, así que llevé mi carpeta, con la tonta excusa de las tareas del colegio, cuando sabía bien que eso a John le importaba un pepino.

-Ahh...gracias...-tomó la carpeta y me miró- no te invito a pasar porque esta lleno de viejas, amigas de Mimi...sentate

Se sentó en el umbral de la puerta y puso mi carpeta en el suelo. Buscó en su bolsillo y sacó una caja de cigarrillos. Me la ofreció.

-No, gracias, no fumo

-Lo vas a hacer pronto, si te seguís juntando conmigo –dijo con una risita muy queda

-No estaría mal

Nos quedamos en silencio por un rato. Quería decirle la verdadera razón por la que había ido, pero supuse que no hacía falta, ya se había dado cuenta del porqué de mi visita, lo de las tareas no se lo creía ni una cacatúa. Seguimos callados, mirando a la gente que pasaba por la calle.

-Era un buen tío –dijo al fin- el padre que no tuve.

No respondí. No había qué responder.

-Es una lástima, no podré seguir con mis clases de armónica –dijo riendo

El que lo escuchaba podría decir “Qué insensible, por lo que se preocupa”, pero me di cuenta que lo hacía para ponerle algo de humor al ambiente.

Tampoco respondí, busqué en el bolsillo de mi campera y saqué mi armónica, que hacía meses que no tocaba.

-Te la regalo –dije extendiéndosela- yo no la uso

Me miró extrañado.

-De verdad, te la regalo. Esta armoniquita merece que alguien la toque bien, no que haga con ella las pavadas que hacía yo.

-Gracias...muchas gracias Mercy –seguía mirando la armónica, su estuche blanco, su brillo y no sé qué mas. Ah, si, me miraba a mi.

-Es una armónica en Sol. La tuya es en Do, creo.

-Si, ¡qué buen oído!

Ya era hora de ir al colegio cuando mi padre me dijo que sería el último día que me llevaba.

-Tenemos que ajustar gastos. El combustible está caro, además de que escasea, y mi trabajo queda lejos del colegio. Así que a partir de mañana irás y vendrás en autobús. Ah, acá tenés dinero, para comprar la pintura para tu cuarto-me puso unos billetes en la mano y se encaminó hacia la calle

Me pareció genial. John vivía molestándome con que era “una nena de papá” porque me llevaban al colegio, además ahora viajaría con él, o quizás encontraría a Abby y a Majo.

Ese día fue normal. John volvió, mas recargado que nunca, así que se dedicó a hacer aviones de papel, dibujos, burlas, copiarse la tarea y tocar su nueva armónica.

-Hola John, te extrañaba –Marcia estaba frente a mi banco, hablandole a mi compañero...la odio mas que nunca....Un momento ¿tengo celos?

-Hola linda, ya vamos a recuperar el tiempo perdido jeje...ahora andá a pintarte las uñas de otro color, ese no me gusta

Marcia se alejó un poco molesta por lo que John le había dicho. Había algo en la relación que tenían que no alcanzaba a entender. Al parecer se gustaban, pero John la maltrataba, sin embargo, ella siempre volvía.

En los recreos me encontré con Prudence, ya se le había hecho costumbre esperarme en la puerta del aula. Estaba un poco preocupada porque su amiga estaba enferma y aún no había vuelto a clases.

Salí de casa. El hecho de ahora tener que ir en autobús hacía que tuviera que levantarme mas temprano. Llegué a la parada y allí estaba una chica con uniforme de mi colegio. Abordamos el autobús y nos tocó sentarnos juntas. Cuando llegamos a la parada del colegio vi que Prudence estaba allí, esperando con una enorme sonrisa.

-¡Amiga! ¡volviste! –se abrazó a la chica que viajaba junto a mi-Oh...pero...Mercy ¿ahora venís en autobús?

-Si, a partir de hoy

-Te presento a mi amiga, es la que estaba enferma

-Pero si a ella la conozco desde...¡que llegué a la parada! –dije riéndome

La dos rieron conmigo

-Bueno, compañera de viaje, mi nombre es Mercy Wells, soy de tercer año....ah, por cierto Prudence, no tengo el libro que me pediste

Prudence se rió por mi “rara” presentación, de decir mi nombre pasé a informar que no tenía el libro que necesitaba. Miró a su amiga como diciéndole “está loca, no le hagas caso”.

-Mi nombre es Isabella Bennett –dijo la chica mirandome, con una franca sonrisa en su rostro.

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Isa! Apareciste! No se impacienten, ya irán apareciendo todas! Voy a cumplir con lo prometido, voy a anunciar los personajes y parejas de cada una. Los nombres del personaje van entre paréntesis

*Música de entrega del Óscar*

Comenzaremos por las parejas. Les aclaro que no están por preferencias, o porque las quiera mas, o porque me caen mas simpáticas o porque me sobornaron. Están porque fueron las primeras en pedir cada beatle

Paul (el mas codiciado) - Maria (Abby)

George - Kira (Prudence) Me pidió a Paul, pero como ya estaba ocupado, optó por nuestro Georgie

John - Isabella (Isabella) Pidió a John o Ringo, asi que le tocó John

Ringo - ¿? (es muy obvio quién va con Ringo)

Resto de los personajes y no por eso menos importantes: (incluso van a ser muy importantes)

Majo (hermana de Paul)

Cris (dueña de un negocio, ya verán qué onda con el negocio)

Paloma (no me acuerdo si me dio un nombre específico para su personaje jajaja. Va a ser la hermana de George)

Creo que no me olvido de nadie, si es así, péguenme XD

Buen día para todas

10 septiembre 2011

Capitulo 10 Prudence

Lunes a la mañana. Ya todos estábamos dentro del aula, claro, todos menos John, el siempre llegaba a la hora que se le ocurría. El profesor de matemáticas comenzó a repartir los trabajos que habiamos entregado la semana anterior.

-Wells, tu trabajo. ¿Podrías alcanzarle a Lennon el suyo? –preguntó el gordo y decrépito profesor (nótese que no me cae bien)

-Si, como no. –dije alargando mi mano para que me diera los trabajos.

Caminé hasta mi banco por el pasillo, leyendo las notas que me nos habiamos sacado. Wells: 9. Lennon: 3. Fruncí el ceño y me mordí el labio inferior, eso no era una buena nota, pero a John ni le importaría, lo poco que lo conocía ya me servía para saber cual sería su reacción ante un 3. Pasó la hora y John no apareció. Sonó el timbre para salir al recreo, como venía haciendo desde que empezé las clases, me quedé dentro del salón, no tenía nadie con quien charlar afuera. Todos salieron y acomodé algunas cosas hasta que levanté mi vista y un chico que se sentaba delante del escritorio estaba frente a mi.

-Soy Gabriel –me dijo poniendo cara de...¿asco?

-Hola Gabriel –le contesté con mi mejor sonrisa mañanera

-¿Qué nota te sacaste en el trabajo? –lo preguntó secamente, y también bastante apresurado. Ni siquiera me habia preguntado como me llamaba yo...

-9 ¿por?

-Por nada Wells –dio media vuelta y se fue

Ajá. No me preguntó mi nombre pero ya lo sabía. Y solo vino a preguntarme qué nota tenía. Era petiso, muy prolijo y dejaba todo ordenado. Se sentaba frente al profesor. Hablaba con voz finita. Listo, es un nerd gay.

La clase siguiente, literatura inglesa, siguió tan aburrida como siempre. John no daba señales de vida, así que llegué a la conclusión, junto con Pete e Ivan, de que se había “rateado”*. La profesora entregó otro trabajo que habíamos entregado hacía unos días, un trabajo que hice con poquísimos ánimos

-¡Muy bien, “chica nueva”!- gritó Pete- Después decís que lo hiciste sin ganas....¡sin ganas nadie se saca un 8!

Me reí del comentario, la clase continuó hasta que el timbre anunció otro recreo. Nuevamente me quedé dentro del aula, y Gabriel se acercó a mi, esta vez, un poco mas imperativo que antes

-Te sacaste un 8 ¿no?

-Si ¿vos?

-No importa cuánto saqué yo. Veo que tenés buenas notas.

-Trato.

-Bueno, tratá de no tener tantas. Acá el único que saca buenas notas soy yo

-Por que no tenés vida ¿no?

-Muchos quisieron ganarme, joderme la vida. Pero no pudieron conmigo. Por algo siempre estoy en el cuadro de honor

-Pffff....si claro, y el cuadro de honor es una garantía de que no vas a ser un perdedor en tu miserable existencia....por favor, ocupate de otras cosas, que no sean amenazar gente porque sacan un punto o dos mas que vos

Se acercó mas y me miró con una cara que precisamente no era de un nerd que vive con la cara pegada a los cuadernos, mas bien cara de asesino en serie

-Lo digo en serio –fue hasta su banco y se sentó.

Lo putié por lo bajo y salí al patio, no soportaba verlo desde mi banco.

Afuera todos charlaban, se reían, jugaban a los naipes a escondidas, los que eran novios se besaban y yo estaba mas sola que un hongo en el día del amigo. Me senté en un banquito verde y desde allí los miraba a todos.

-Hola...

Una vocecita tímida hizo que me diera vuelta hacia mi derecha. Vi a una chica que parecía menor que yo, pero muy linda y con una gran sonrisa

-Hola...-le contesté, también un poco tímida

-Ehh...me llamo Prudence, soy de primer año...y....verás....nos pidieron un libro de biología que no puedo conseguir y pensé que a lo mejor lo tenías y me lo venderías....sos de tercero ¿no?

-Si, si, pero yo entré este año a este colegio, no sé si te puedo ayudar...¿qué libro es?

Sacó del bolsillo de su blazer un papelito y sin pedir permiso siquiera se sentó en el banquito, junto a mi.

-Es este –dijo mostrándome el papelito

-Mmm....me suena el nombre, quizás lo usé en Londres, voy a fijarme y...

-¿Sos de Londres? –me interrumpió, parecía muy sorprendida por lo que acababa de decir

-Si...

-¡Que bueno! Yo siempre quiero ir, pero no me llevan....ah, perdón, ¿me decías?

Sonreí y continué hablando

-Voy a fijarme si lo tengo, si es así te lo vendo. ¿Puedo llevarme el papel?

-Claro –respondió muy alegre- ¿y cómo te llamás?

-Mercy

-Ah....¿y qué estás haciendo en Liverpool?

-Motivos de trabajo, de mi papá, obvio jaja

-Jajaja

Sonó el timbre y me puse de pié, ella también lo hizo

-Bueno, si lo llego a tener, ¿te veo en el patio?

-Si, si...

Sonrió agradecida y se fue a su aula.

-Chica simpática –dije hablando sola

Me senté para la próxima clase, historia, mi preferida por siempre, la profesora dijo que teníamos que hacer un trabajo de tres integrantes así que nos juntamos Ivan, Pete y yo.

-Ok, chica nueva, ponete a hacer el trabajo –dijo Pete tirándome las consignas en la cara

-Shotton no seas haragán –dije mirandolo con ganas de matarlo

-Bueno, vos te sacás buenas notas –dijo Ivan

-Callate maestrito –Pete le sacó la lengua

-¿Maestrito? –pregunté yo

-Si, es lo que terminaré siendo, no me queda otra. Salvo que John haga realidad su sueño de una super banda y llenarme de dinero siendo manager o algo parecido

-Pfff!!! John está loco! –dijo Pete riéndose como descosido

-Bueno chicos, hagamos el trabajo –traté de poner orden, pero era imposible, ahora sí comprendía porque los llamaban “los revoltosos”, según jerga de profesores. Eran un desastre sin John, así que con él serían un caos nuclear.

Terminé el trabajo, ellos seguían hablando de sus cosas “importantes”. Antes de entregarlo lo copiaron a las apuradas, y encima pusieron cara de satisfacción por el deber cumplido.

Al recreo siguiente, Prudence estaba parada en la puerta de mi salón. La miré como preguntandole si se había olvidado de decirme algo. Muy risueña me dijo si no la acompañaba al kiosco. Fuimos y compramos unas gaseosas y nos sentamos en el mismo banquito del anterior recreo.

-Me caés bien –dijo dandole un sorbo a su gaseosa- de verdad....o será que estoy muy sola jajaja.

-Yo también lo estoy, mi compañero y vecino hoy no vino.

-Como recién empezé las clases no conozco a nadie, hasta tengo miedo de perderme en este edificio...es muy grande jaja. Tengo una amiga, pero hoy no vino

-Que casualidad. Después me la presentás.

-Claro! –cambió su expresión de alegría ymiró seria hacia un extremo del patio- esas chicas....¿son compañeras tuyas?

Miré hacia el lado donde señalaba Prudence y vi a Marcia and company bailando una coreografía inventada por ellas. Detestaba a las que bailaban en el patio, haciendose las lindas y destrozando temas musicales

-Si...-le contesté- son compañeras, compañeras tontas

-Lo supuse –sonrió.

El timbre volvió a anunciar que habia que entrar a clases otra vez. Me despedí de Prudence y entré sin ganas al aula. Habia que reconocer que cuando Lennon faltaba....justamente faltaba algo. La clase fue aburrida, como era ya costumbre, y al último recreo Prudence ya estaba esperandome sonriente. Charlamos, la verdad era muy ingeniosa, y yo podía “hacer de las mías” o sea, decir pavadas constantemente aunque ella no se quedaba atrás.

La última clase fue peor, porque era la última, y eso la hacía mas aburrida. Salí del colegio acompañada por Prudence, y, cosa genial, las dos tomábamos el mismo autobús. Además, me encontré con Abby y Majo, y les presenté a Prudence. No se conocían, pero enseguida empezaron a hacer chistes, y me di cuenta que ya tenía tres amigas que eran iguales a mi. Parecíamos cuatro locas dentro del autobús, incluso la gente nos miraba raro y eso nos daba aún mas risa. Me despedí de ellas para bajar en mi parada. Caminé las cuadras que me separaban de mi casa con una gran sonrisa, pero se me borró cuando vi a mi madre, que me esperaba en la vereda.

-Mierda...algo pasó, esto no es normal –pensé

-Hola mamá –dije haciendo una sonrisa

-Hola....almorzá rápido y cambiate, tenemos que ir a un entierro.


*Ratearse es, en "argentino", no ir a la escuela pero sin que los padres o tutores sepan XD

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Hoooolaaaaaaa!!! hoy ando re loca, así que éste capitulo es resultado de mi locura, a veces leo capitulos viejos y pienso "¿Habré estado drogado cuando escribí esto?"

Bueno, me voy bailando al ritmo de Ñam Fri Frufi Fali Fru, un tema de los Redonditos de Ricota, si no los conocen busquenlos en YouTube porque soy unos capos!

besos, besitos y besotes!

06 septiembre 2011

Capitulo 9 Las tristezas traen amigos

Estaba llegando a mi casa, muy contenta por el sábado que había tenido. Vi a John en la vereda, junto con Pete

-Uyy ¡pero si ahí viene la chica nueva! –gritó Pete

-Tengo nombre ¿sabías?

-Bueno, no me lo acuerdo, mas fácil es decir “chica nueva”

-¿De donde venís?-preguntó curioso John

-De no te importa

-Ey bueno, solo preguntaba

-Jajaja, vengo de encontrarme con unas amigas

-¿Marcia?-preguntó interesado

-No, con esa no me junto ni a freír papas

-Es una tarada Marcia –dijo Pete mirando a John, sin dudas quería molestarlo- es todo lo contario a vos, encima tienen nombres parecidos. Marcia: mala. Mercy: buena

-Gracias Pete. Buenos chicos, los dejo, chau

Entré a mi casa. Pero....mis padres, otra vez, discutían. Parecía que esta vez la cosa era mas brava. Me quedé en la sala para ver de qué trataba la pelea del día de hoy. Creo que ni se dieron cuenta de que había llegado, estaban muy enfrascados diciéndose de todo. Pese a que me hacia mal verlos asi, esta vez sentía una especie de...¿morbo? Si, no sé, algo me decía que esta vez me enteraría de porqué se llevaban tan mal, cosa que venía desde hace mucho tiempo pero nunca me animé a preguntarles.

-¡Vamos, decime la verdad! –gritaba mi madre

-¿De qué querés que te diga la verdad? ¡Siempre estás reprochándome cosas, eso ya pasó!- contestó enojado mi padre

¿Qué será lo que ya pasó? A ver, sigamos escuchando....

-Nunca me quisiste, te casaste conmigo para aparentar de que sentabas cabeza, siempre tuviste otras mujeres!

-¡Pero mirá lo que decís! ¡Dejate de joder!

-Si, hasta cuando estaba embarazada me dejabas sola, ¿o pensás que te creía cuando venias tarde diciendo que tenias mucho trabajo?

A la mierda. Esto quiere decir que mientras yo era un simple fetito, muy cómodo dentro de la panza de mi madre, las cosas ya estaban mal....

-Cuando estábamos en Londres, la que venía siempre a la noche, para hablar de cosas del trabajo, con esa también anduviste! –mi madre ya estaba llorando

Recordaba a esa mujer, siempre venía, y charlaba con mi padre en la vereda, nunca me habia caído bien, ya que nunca me saludaba.

-¡Dale, admití que seguís teniendo otra! ¡Decí la verdad de una vez!

-Ay bueno si, está bien, tengo otra –respondió mi padre con furia

No lo podía creer. ¿Era verdad lo que estaba escuchando? Mi padre reconociendo que....no, no podía ser. Ahora entendía porqué desde hace tanto tiempo mi madre lo trataba mal y yo no sabía porqué, por eso yo lo trataba bien, pero al parecer no servía. Corrí a mi habitación, quería llorar, pero no podía. Todo este tiempo viví engañada por mis padres, bah, ni sabía si me engañaban o qué, en realidad estaba muy confundida, no entendía nada., esto siempre pasaba en las novelas de televisión, no en la vida real, o por lo menos no en la mía. Me senté en mi cama y abrazé un almohadón, tratando de procesar todo lo que acababa de escuchar. Golpearon a mi puerta y era mi madre.

-No te preocupes, ya pasó todo, ya está. ¿querés comer algo?

No le contesté, no quería que ninguno de los dos me hablara.

-¿Querés que te prepare arroz?

Negué con la cabeza y me puse de pie, para cerrarle la puerta en la cara. Necesitaba hablar con alguien, ya que no podía desahogarme con lágrimas quería desahogarme hablando. Pensé en Abby, o Majo. Ellas eran mis amigas, pero no tenían idea de lo que pasaba en mi casa, mejor dicho, nadie sabia lo que pasaba. Tomé un abrigo y salí de mi habitación, mi padre se había acostado y mi madre lloraba en la cocina. Abrí despacio la puerta de la calle y salí a la vereda, decidida a ir a hablar con Abby. Pero tampoco quería molestarla, ya era tarde. Vi que en el umbral de su puerta estaba sentado John, fumando un cigarrillo. Sin dudarlo cruzé, que mas da.

-Mercy, que raro vos acá ¿te quedaste sin azúcar?

Me senté a su lado, sin decir palabra, con la mirada clavada en mi casa.

-Ey, ¿te pasa algo? –preguntó preocupado

Siempre en los momentos menos oportunos, mis lágrimas salían. Y este era uno de esos momentos. John se asustó, no entendía nada.

-¿Qué te pasó? ¿Por qué llorás?

-Mi familia...-solo dije

-¿Que hay con tu familia?

-Mi viejo acaba de reconocer que tiene otra mujer

-Uhh...-solo contestó eso, y se quedó mirando quizás al mismo punto donde miraba yo

-Cuando entré estaban peleando –continué- y mi madre lo obligó a que dijera la verdad. Y la dijo. Ahora entiendo muchas cosas que no comprendía

-Pero no parecen así...

-Solo somos una apariencia, John. La familia perfecta, pero somos como una manzana agusanada. Por fuera es preciosa, pero por dentro esta podrida.

-Y yo que pensé que tener padres estaba bueno...-lo dijo con una tremenda tristeza

-¿Por qué? Estás con tus tíos

-Pero no es lo mismo. Aunque si los tuviera, quizás estaría como vos, vivirían peleando y diciéndose cosas. Bueno, a mamá la tengo

-¿Si?

-Si. Verás...cuando nací mi padre se fue, y estuve un poco con mamá y un poco con Mimi. Cuando tenia 5 años papá volvió, me llevaba super bien con el, y estábamos por irnos a Nueva Zelanda, lo que yo no sabía era que papá casi como que me había robado, dijo que me llevaría a dar un paseo y me llevó por 15 días. Mamá nos encontró, pelearon como nunca vi una pelea, y me dijeron que decidiera con quién me quedaba. ¿Entendés eso? 5 años tenía, y me obligaron a que decidiera por el restode mi vida...-tiró la colilla del cigarrillo y la pisó con fuerza, como si quisiera apagar también todo ese pasado oscuro

-John, ¡eso es terrible! ¿De verdad te dijeron eso? No puedo creerlo

-Yo elegí a mamá, pero me equivoqué, pensaba que estaría mucho con ella, y sin embargo me dejó con Mimi. Y ella me crió junto con tío George. No sé si me crió bien, pero hizo lo que pudo, después de todo no soy su hijo....

-¿Y tu mamá? ¿No volvió?

-Si, volvió, a veces voy a visitarla, y la paso muy bien con ella. Un día te voy a llevar para que la conozcas

-Pero...¿por qué no vivís con ella?

-Porqué...ella está con otro tipo, y tiene dos niñas, o sea, mis hermanitas, aunque ellas me ven como un tío payaso que las hace reír. Y fin de la historia.

-John, eso es mucho peor que lo que me pasa a mi, no se porqué me preocupo –me sentía avergonzada, mi historia era un cuento de hadas al lado de lo que había pasado John.

-No es ni mejor ni peor, solo son cosas que nos pasan en la vida, para cada uno es diferente.

-Si, supongo que tenés razón –miré al cielo, estaba estrellado y no hacía casi nada de frío. Suspiré y nos quedamos en silencio por un rato.

-Bueno, creo que con esto somos mas amigos ahora ¿no? –dijo riendo

-Si, gracias por escucharme, realmente necesitaba a alguien. Gracias amigo.

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Hola! bué, la verdad es que les recomiendo a todas las que tengan problemas personales que hagan catarsis en los fics, porque se siente como si se sacaran un peso de encima, hace muy bien!

gracias por sus comentarios, son muy buenas todas!

02 septiembre 2011

Capitulo 8 El mejor sábado

Era viernes a la tarde. Había pasado una semana desde que comenzaron las clases, una semana donde la escuela me confirmó que era aburridísima, pero todo se estaba haciendo mas liviano gracias a John. No me hablaba con ninguna de las pocas chicas del curso, ya que todas eran amigas de Marcia, así que hablaba con los amigos de John, en realidad ya parecía un varón mas, ellos hablaban de chicas, futbol, autos y cosas de varones delante mio, e incluso hasta me habían pedido consejos amorosos. Eran una manga de revoltosos, pero no me importaba, yo me divertía con sus locuras. En fin, habiamos quedado en que era viernes a la tarde. Subí a mi habitación con un centímetro de modista que tenia mamá, y medí las ventanas. Tomé mi billetera y salí a la calle, rumbo a una tienda donde vendieran telas, para hacer las cortinas. Papá me habia dicho que la semana entrante me daría dinero para comprar la pintura para mi habitación. Habia caminado una cuadra rumbo al centro cuando vi a John en bicicleta, obviamente en contramano.

-You got me begging you for MERCY!!!* -cantó

-¿Qué haces en contramano?

-Soy un chico rebelde, ¿no te diste cuenta? ¿Adonde vas?

-Al centro, a comprar telas

-¿Caminando? Queda muy lejos

-Ya lo sé

-Te llevo –dijo señalando la bici

-No me subo a esa bici con vos ni loca

-Dale, no voy a hacer locuras. Además yo también voy hacia el centro

-Bueno, esta bien...

Me subí a la bici de John, en el caño de adelante y así fuimos hasta que llegamos al centro

-Pareces flaca pero pesas mucho –dijo parando en la vereda

-Jejeje. Dejame acá, voy a ir a esa tienda

Bajé de la bici y caminé, pero sentí que él iba detrás mio

-¿Vas a entrar vos también? –le pregunté, incrédula

-Claro, nunca fui a comprar tela

Me reí y entré. Enseguida encontré una tela muy bonita, blanca con pequeñas florcitas violetas. Pedí a la empleada la cantidad que necesitaba y también unos metros de cinta violeta, para colocarle en los bordes. Cuando la empleada me dijo cuanto era el precio, me quedé pensando. Era mas caro de lo que me imaginaba, y abrí temerosa mi billetera, esperando que hubiera el suficiente dinero. Miré a John y con la mirada le pregunté si tenia dinero para prestarme, pero era seguro que no.

-¿Que pasa? –me susurró

-No me alcanza el dinero para pagar –respondí nerviosa

-Mmmm....señorita –dijo apoyándose en el mostrador y poniendo cara de seductor- creo que es un poco caro...podríamos arreglar el precio de otra forma....

-John ¿que haces?-le pregunté desesperada, pensaba que nos iba a llevar la policía

-Shh....vos salí afuera-dijo haciéndome girar y dándome un empujoncito para que saliera a la calle

Salí a la vereda, no sabía qué pensar. Al rato salió John con cara de triunfo y con la bolsa con tela en la mano

-Acá tenés a tus futuras cortinas-dijo dandome la bolsa

-¿Se puede saber qué hiciste?-pregunté enojada

-Bueno, aproveché mis dotes de galán. Me dio su dirección –dijo mostrandome un papel- su marido no vuelve esta noche a casa

-¡John ¿qué vas a hacer?!

-Tranquila, no pensarás que voy a ir. Me gustan las chicas, pero tampoco voy a meterme con un monstruo como ese y que encima tiene marido

No dije que desde que habia salido no le sacaba la mirada de encima. No podía entender si me estaba gastando una broma o si hablaba en serio.

-¿Vos me estás jodiendo?

-¡No nena! Y vamonos antes de que sea tarde

-¡Esperá! ¿Tarde para qué?

-Subite a la bici, vamonos

-Pero si es verdad lo que me decís que hiciste....entonces la engañaste, le dijiste que ibas a ir a “visitarla” para no pagar la tela, pero no vas a ir nada....

-Exacto

-¡Pero eso está mal!

-Mas mal estaba querer cobrarte tanto por esa pavada que compraste. Agradeceme, te salió gratis.

Fuimos en silencio hasta que llegamos a nuestras casas. Me bajé de la bicicleta y lo miré. Era raro, estaba serio.

-Gracias –le dije- de verdad. Y perdoname por haberte retado

-Estoy acostumbrado. De nada.

Al fin llegó el sábado. Por primera vez, iría a la casa de mis amigas. Estuve toda la mañana pensando qué ponerme, hasta que se hizo casi la hora y aún no sabia. Opté por una falda verde con tablas (como me gustan a mi) una remera mangas largas color crema y una camperita tejida del mismo color. Me despedí de mi madre, que me miró extrañada, era la primera vez que decía “voy a la casa de mis amigas”. Creo que iba a preguntarme quienes eran y todas esas preguntas que hacen los padres, pero yo ya estaba en la vereda. Llegué a la casa de Majo y toqué el timbre. Abrió la puerta un chico, un poco mayor que ella, parecía.

-¿Está Majo? –le pregunté

-Si, se está cambiando, pasá-me indicó que entrara a la casa

-Sentate- me señaló un sillón-¿querés tomar algo?

-Agua ¿podría ser?

-Si, como no. ¿Sos una nueva amiga? Porque no te vi antes...

-Si, hace poco llegué a la ciudad. Me llamo Mercy

-Ahh yo me llamo Mike.

Salió hacia lo que creía que era una cocina. Sentí unos pasos detrás mio

-Majo no viste mi...ahhh, perdón, pensé que eras mi hermana...-un chico bastante parecido a Mike, pero mayor, estaba detrás mio, todo rojo por la vergüenza

-Jaja no importa, soy una amiga de ella, la estoy esperando.

-Ahh....¿sos Mercy no?

-Si

-Mi hermana me habló de vos, me dijo que sos de Londres. Perdón otra vez, no me presenté, me llamo Paul

-Si, soy de Londres Paul, y te perdono otra vez jaja

Se escuchó que alguien corría por las escaleras

-Ya voyy!! ¡Perdón, perdón, perdón!

Majo se asomó, riendo, como siempre

-Mercy, como te habrás dado cuenta, tardo mucho en cambiarme. Veo que ya conocés a mi hermanito Paul

-No me hagas quedar como si fuera el menor-dijo Paul poniendo cara de enojado- vos sos la nena

-Jaja si, Paul si, como vos digas, ¿por qué no te fijás si viene tu novia Abby?

Paul la miró con la misma cara de enojo, solo que esta vez se sonrojó. Tocaron el timbre

-¡Hola Majo! –gritó Abby....solo que no era Majo, sino Paul el que había atendido

-Abby...-solo dijo el

-Ups, Paul ,perdón, pensé que eras tu hermanita

-¿Ves? Dijo HERMANITA-dijo Paul mirando a Majo

-¿Acaso no es la mas chica?-preguntó Abby confundida

-Ay, ya basta, vamonos!- dijo Majo

Salimos de la casa y fuimos a pasear al centro, a mirar vestidos, zapatos, y tomar helados. Además charlamos de nuestras vidas, porque, por si no lo notaron, también somos chicas serias.

-¿Y por qué son amigas, si no tienen la misma edad? –les pregunté en medio de una conversación

-Bueno....-empezó Abby- yo no tengo amigas, solo Paul era mi amigo, pero luego conocí a Majo, su hermana, y me hice mas amiga de ella

-Le robé la amiga a mi hermano –dijo Majo

-Si, terminé siendo mas amiga de ella que de el.

-Es que mi hermano la mira con otros ojos, ya ves, la adolescencia, las hormonas....

Empezé a reírme, mientras Abby quería matar a Majo

-Y yo me hice amiga de ésta que me quiere matar porque era la amiga de mi hermano, la única chica grande que alguna vez me habló y no me trató como un bebé. Porque tampoco tengo tantas amigas...

-El hermano de ella es muy bueno, y lo digo de verdad no porque me guste ni todos esos inventos de ella –dijo Abby señalando a Majo

-Si, en serio, es muy bueno, de los dos hermanos que tengo es con el que mas hablo, yo le dije que tenía una nueva amiga de Londres que se llamaba Mercy, por eso te preguntó si eras vos. Yo le cuento mis cosas y el las suyas.

Llegamos a la casa de Majo y Paul estaba tocando la guitarra en el umbral de la puerta

-Mira, mi hermano te está cantando una serenata –dijo Majo riendose de Abby

-No sabía que tocaba la guitarra –dije yo

-¿Te gusta? Te lo regalo –dijo Majo

-No, es muy chico tu hermano para mi.

-Claro, porque te gusta tu vecino ¿no?

-Ya les dije que no me gusta. Es mi amigo. Aparte como novio sería un desastre

Me despedí de ellas y de Paul, y regresé caminando a casa. Había pasado el mejor sábado de mi vida.

*Es el estribillo de una canción que justamente se llama Mercy y que la canta una cantante inglesa que se llama Duffy

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Hola! yo de vuelta, dirán que no tengo nada que hacer, y les digo que si, pero no me importa (que rebelde XD) bueno, me tomé un descansito de la lectura y les subí este capitulo porque ya lo tenia escrito.

besitos!

01 septiembre 2011

Capitulo 7 Primera tonta a la vista

Clase de deportes. Puaj, eso es todo lo que puedo decir. Encima a la tarde, una tiene que venir a la escuela a la mañana y después volver a la tarde solo porque a una profesora gorda y seguramente con mala suerte en el amor se le ocurre que debemos correr durante 20 minutos. Somos pocas chicas, según informaciones de John, -que esta mañana lo único que hizo fue burlarse de mi y de mi cara cuando dijeron los horarios de gimnasia- este colegio empezó a aceptar mujeres desde hace poco, por eso sólo somos una cuantas chicas y nos juntaron con las de 2º año.

-Muy bien, ahora formarán filas y cada fila tomará una pelota, correrán hasta el aro, tratarán de embocar y luego vendrán corriendo haciendo picar la pelota y pasándosela a la compañera-la profesora hacia todos los movimientos que supuestamente debíamos hacer nosotras.

Formamos las filas, cada una fue pasando hasta que la chica que estaba antes que yo me pasó mal la pelota y fue rodando hasta el otro extremo del patio.

-Ay, disculpame –solo dijo

La miré mal. Era la típica rubia tarada, que generalmente no hacen daño, pero son tan taradas que terminan haciéndolo, ya que crispan los nervios. Solo le hice una sonrisa falsa y fui caminando, como todo mi desgano encima, a buscar la pelota. Corrí hasta el aro y por supuesto no la emboqué, luego se la pasé a una compañera. Y así toda la clase, hasta que la rubia tarada y un par de amiguitas, igualmente taradas, propusieron jugar al voley. Mala idea chicas, ahora cuentan con todo mi odio.

Empezó el maldito juego, hasta que, oh casualidad, la rubia otra vez me pasó mal la pelota. Solo que esta vez no fue rodando hasta el otro extremo del patio, sino que golpeó en mi cabeza.

-Ay, perdoname, de verdad, no me di cuenta

-No importa –le respondí secamente

La clase al fin terminó, tomé mi bolso y salí caminando hacia la salida. Detrás mio iban la rubia y sus amiguitas, riéndose. No es que sea una “perseguida”*, pero me di cuenta que se reian de mi. No es de extrañar. Toda la vida la gente se rió de mis pocas aptitudes para todo lo que sea mover el cuerpo. Menos bailar, a eso no me ganaba nadie. Esperaría a algún baile que organizara el colegio para demostrarles que “la nueva”, como escuché que me llamaron, sabia bailar rock and roll mejor que el mismo Elvis. Bueno, tampoco tanto.

Subí al autobús que me dejaría cerca de casa, estaba subiendo las escaleras para ir hacia la parte de arriba cuando escucho un chistido. Me di vuelta y estaban Abby y Majo riendose

-Parece que venís cansada –dijo Majo

-Si...clase de gimnasia

-Jaja no te gusta-dijo Abby

-Claro que si, ¿no ves mi cara de felicidad?

-Jajaja, si, estas muy feliz, seguramente vas a sacar 10 en todo

-¿Que hacés parada en esa escalera? Vení con nosotras- dijo Majo

Me bajé de la escalera y me acerqué a ellas, que se corrieron dejandome un pequeño espacio, ya que estaban sentadas en asientos de a dos.

-¿Y qué tal la nueva escuela?-preguntó Abby

-Bien, me siento con un chico

-Ayy ¿quién? ¿quién? ¿quién?-preguntó desesperada Majo

-John Lennon

-No lo ubico

-¿Y es lindo?-preguntó curiosa Abby

-Si...pero no me gusta. Lo veo como un amigo

-Mmm...los amigos después se convierten en novios. Como mi hermano y Abby-dijo riendo Majo

-Idiota, dejá de decir esas cosas

-A mi hermano le gustás

-No me importa, a mi me sigue gustando Jason, que tonta soy....

-Mercy ¿querés venir a mi casa?-preguntó Majo

-Mmmm....tengo tareas....

-Oigan ¿que tal si nos juntamos el sábado?-propuso Abby

-¡¡¡Si!!! ¿dónde?-gritó entusiasmada Majo

-No sé...en mi casa hay mucho lío, están pintando....

-Bueno, ¡en mi casa!

-Ok, ¿venís Mercy?

-Bueno, ¿a que hora?

-¿A las 3 está bien?

-No hay problema

-Ok, el sábado a las 3, en Forthin Road

El autobús ya estaba llegando a mi parada, me despedí de las chicas y bajé. Me sentía extraña, en el día habia conocido a un grupo de taradas y a los dos minutos estaba charlando con dos chicas que ya se habían ganado el titulo de “mis amigas”. Definitivamente, Liverpool estaba muy bueno.

Llegué a mi casa, y en la vereda estaba John

-¿Que tal la clase de gimnasia?

-Dejá de reirte. Fue un desastre, como siempre, y me dieron un pelotazo en la cabeza

-A lo mejor se te acomodaron las ideas

-Bueno, me voy a hacer las tareas, algo que vos también tendrías que hacer

-Parecés mi tía. No voy a hacer las tareas, tengo que tocar la armónica

-Hacé lo que quieras. Hasta mañana- abrí la puertita de la verja y entré al jardín. Antes de que abriera la puerta de mi casa, escuché el sonido de la armónica

Hice toda la tarea y me puse a tocar mi amado piano. Al rato tocaron el timbre

-¡Hola vecinita!

-¿Que querés John?

-Quiero seguir riéndome de tu cara

-Mala idea

-En realidad vine porque escuché un piano. ¿Quién toca?

-Yo. Te dije que tocaba.

-¿Puedo verlo?

Mamá preguntó desde la cocina quién era

-Es John, el chico de enfrente

Mamá se asomó

-Hola soy la mamá de Mercy

-Un gusto, soy John Lennon, su vecino y compañero de colegio de su hija

-¡Que bueno que tenga un compañerito cerca!-subió las escaleras

-Compañerito-repitió John- ¿no me vas a dejar entrar?

-Ay bueno, entrá

Entró frotandose las manos y mirando a mi piano.

-¡Nena, este piano es buenísimo! –dijo sentándose en el banco frente al piano

-Estaba tocando yo

-No importa, dejame tocar un poquito a mi

Tocó algo, no sé que era, ya que me dijo que lo habia improvisado.

-Bueno, tocá algo vos

-¿Yo? No...

-¡Dale! Quiero escucharte

-Bueno, está bien...

Comenzé a tocar y no pude evitar cantar, porque era algo que me encantaba

-You were always on my mind

You were always on my mind....

-Ey, que linda voz –me dijo interrumpiéndome

-Soy un desastre, rompo los vidrios

-No, no, cuando tenga un grupo te voy a poner de vocalista

-Jaja, si, te creo

-De verdad, podrías grabar un disco y hacerte famosa

-Dejá de soñar con fama John. ¿Hiciste la tarea?

-Ya saliste con eso. No, no la hice, nunca la hago, y porque vos seas la chica nueva no la voy a hacer.

-Como quieras...

-Claro que es como quiero. Bueno, me voy, saludos a tu mamá.

-Igual para tu tía.

John se fue y mamá bajó las escaleras

-Asi que ese es tu compañero

-Nuestro vecino

-¿A que vino?

-No sé.

-Pensé que a consultarte cosas de la escuela

-No, es un desastre. Le gusta la música

-Entonces está loco, como todos los músicos. Hoy a la mañana estuve charlando con la tía, me dijo que es tremendo, muy travieso.

-Si, así parece, pero no sé, es muy simpático

Mamá me miró mal. Seguramente estaba en la clásica sospecha, que me gustaba John. Pero no, no me gustaba, ya les dije que lo veo como algo mas que un compañero, creo que estamos siendo amigos.

Papá llegó del trabajo, muy cansado, y enseguida empezaron a pelear por no se qué pavada. Fui a bañarme y cuando salí mi padre estaba esperando su turno para entrar. Cuando salió, apareció en la sala, donde yo estaba mirando televisión, con su acordeón. Ah, cierto, olvidé decirles que somos una familia de músicos. Mamá en sus tiempos jóvenes estudiaba guitarra hasta que se aburrió, y papá tocó toda su vida el acordeón. Apagué el televisor, y él se sentó en una silla y comenzó a tocar algunas canciones españolas y alemanas, hasta que mamá nos llamó a cenar. Después, como un ritual, el mismo que siempre hacía, colocó el acordeón en su estuche, y la lustró con una franela con dibujos que mi abuela le había regalado. Era un instrumento hermoso, con unos bajos increíbles, muy pesada, de color negro y con las teclas nacaradas y las voces cromadas. Cerró el estuche y la subió a su habitación.

Al día siguiente, llegué al colegio y me acomodé en mi banco. Todos llegaron, el profesor llegó y comenzó la clase. Pero John no venía. Media hora después, se abrió la puerta del salón y apareció John, muy sonriente

-Lennon, llegas tarde –dijo el profesor de gramática

-Ya lo sé-respondió descaradamente

El profesor solo movió la cabeza en señal de negación para luego decirle:

-Tenés media falta

John solo se encogió de hombros y se sentó. No me dijo ni “Hola”, ya que me miró fijo con sus ojos achinaditos

-No me dijiste que alguien en tu casa tiene acordeón

-Hola ¿no?

-¿Quién toca?

-Mi papá

-Decile que es un maestro

-¿Y vos como sabés?

-Porque se escuchaba desde casa, yo estaba parado en la vereda, esperando a los chicos, y se escuchaba. La próxima vez que lo escuche voy a tocarle el timbre para pedirle un tema.

La clase seguía y nosotros seguíamos...hablando.

-Profesor, alguien habla, no escucho bien- la voz de alguien que se me hacía conocida habló

-Tranquila cariño, ya vas a tener tu recompensa por mandarnos al frente- dijo John

Si, efectivamente la conocía. Era la rubia tarada, a la que al parecer, le “molestábamos” aunque ella, en realidad, estaba ocupada en pintarse las uñas debajo del banco.

-¿Como se llama? –le pregunté a John

-Marcia. Y está mas buena que comer pollo con la mano

-No te puede gustar esa, es una tonta

-Me encanta, a todos nos encanta. Lástima que es así.

Empezé a observar a la famosa Marcia, aunque para mi seguía siendo la “rubia tarada”. Era la típica chica... ¿como decirlo? Popular, podría ser el término. Pero popular, que además es tonta, pero solo para algunas cosas. Se veía que estaba bastante baqueta, o baqueteada, o vamos a decirlo en términos que entendamos todos: que se había acostado con mas de medio colegio. Acostado o parado, no importa la posición. Y se notaba que John le tenía ganas.

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Chicas como están? bueno yo...mas o menos, encima este capitulo me sensibilizó mas, porque mi papá de verdad tocaba acordeón, y escribir sobre ese instrumento y también escucharlo....no se si me pone mal, pero me "desacomoda". bueno, las dejo, a la noche subo en la nove de las Schoolgirls.

besitos a todas