26 diciembre 2011

Capitulo 20 Deprimente

Empujé la puerta de mi casa con desgano. Llorar me daba sueño, pero también tenía bronca contra mí misma ¿Cómo iba a ponerme a llorar asi delante de John? Eso era una muestra de debilidad intolerable para mi. Entré y enseguida me di cuenta que mi madre no estaba, compras de última hora. Escuché que mi padre estaba en la habitación de mi abuela, charlando. Me acerqué lentamente para escuchar, porque soy chusma. Ambos hablaban pestes de mi madre. Yo podía soportar muchas cosas menos eso, que se hablara mal de alguien que quería. Y menos si quien hablaba también era alguien que yo quería. Mi madre tenia sus defectos, si, pero hacía muchas cosas por nosotros
-Qué fácil es hablar mal de alguien que no está –dijo apoyada en el marco de la puerta. Se quedaron mirandome, sorprendidos
-No....nosotros no dijimos nada...-dijo mi abuela
-Los escuché –di media vuelta e iba a salir hacia la calle cuando mi madre entró y me notó furiosa.
-Tu familia habla mal de vos –fue todo lo que le respondí cuando me preguntó qué me pasaba. Muchos tiempo después, me di cuenta que ese fue uno de los peores errores d e mi vida. Mi madre no me dejó salir y entró a la habitación de mi abuela, donde los tres comenzaron a discutir. Ya no era tanto por lo que habian dicho, sino que la discusión se desvió hacia la situación matrimonial de mis padres y ahi mi abuela se enteró que las cosas no estaban tan bien como parecían. Salí igual a la calle, tomé mi bicicleta y me fui. Si, cobardemente, como quien tira la piedra y esconde la mano. Como ven, no soy tan buena como parezco, todos tenemos nuestro lado oscuro, pero debe ser así, por lo menos para esto, para una historia. Si todos los protagonistas fueran impolutamente buenos, sería aburridísimo. Volviendo al tema, salí con mi bici por ahí, era ya muy tarde, y hacía frío y estaba todo húmedo. Volví a tener ganas de llorar, como poco tiempo antes con John, pero al parecer me habia secado, no se me caía una lágrima. Siempre pasaba así, cuando no tenía razones lloraba enseguida, y cuando las tenía ni se me humedecían los ojos. Estaba en eso momentos donde se busca desesperadamente algo para suicidarse: un cuchillo, un revolver, una soga, un tren, el mar...por ir pensando eso terminé en el suelo. Si, no solo era una cobarde suicida mediocremente depresiva, sino que tambien era torpe hasta para andar en bicicleta.
-Ey ¿estás bien? ¡Mercy! ¡Sos vos!
No...otra vez no! ¿Por qué en momentos como éste, tenía que encontrarme con Richard? No sabía si era un castigo o una bendición
-Si...creo que estoy bien...-me dio la mano y me puse de pie. Un momento: ¡tomé su mano! ¡voy a morirrrr!!
-Tu rodilla no dice lo mismo –señaló mi rodilla izquierda. En efecto, me habia raspado bastante y estaba sangrando.
-Ah, no es nada –mentira, me dolía mucho, no solo la rodilla sino tambien por todos lados
-Pasá a mi casa
-¿Que? -¿¿¿QUEEÉ???
-Que pases a mi casa, para curarte, te está saliendo sangre. Y mirá –se acercó y me tomó el brazo- mirá tu codo, también te lastimaste
-No importa –dije nerviosa- cuando llegue a m casa me curo
-No, no, aparte mirate, te mojaste con agua de la calle y hace frío, vení –levantó mi bici y casi me obligó a entrar a su casa- ¡MAMÁ! ¡Vení!
Una señora salió secandose las manos
-¿Que pasa Rich? ¿Y esta chica?
-Es Mercy, una compañera. Se cayó de la bici
-Querida, te lastimaste mucho. Voy a curarte, ya vuelvo –desapareció por una puerta y nos quedamos callados
-Sentate –me señaló un sofá donde me senté y él se sentó a mi lado- ¿por qué andabas a esta hora por la calle? Hoy es sábado, no trabajás
Nuevamente pido un momento: ¿Cómo sabe que los sábados no trabajo?
-Es que...salí a dar una vuelta....
La madre de Richard volvió con alcohol, algodón y venditas. Me limpió las heridas y las cubrió con las venditas
-Gracias señora, no sabe cuanto se lo agradezco –jeje, suegra!
-No hay de qué querida, solo fue un momento, por suerte no te lastimaste mucho. Rich, acompañala a la casa, ya es muy tarde
-No señora, no quiero causarle mas molestias, yo puedo
-¿No querés que llame a tus padres?
-No....mejor no...-recordé la situación que habia dejado en casa. No seria bueno que encima llamara una desconocida diciendo que yo me andaba cayendo por la calle
La señora insistió de vuelta, hasta que accedí a que Richard me acompañara. Salimos caminando, él llevaba mi bici
-Hoy te vi en la fiesta –dije para romper el hielo, ya que íbamos muy callados
-¿Si? Pasé un ratito porque tenía que hacer cosas. La verdad que John me sorprendió, y los chicos también
-Si, no creía que fuera así –me dio un escalofrío y él pareció darse cuenta
-¿Tenés frío?
-Algo...
Se sacó su campera y me la dio
-No, no puedo aceptarla, vos también tenés frío –me habia puesto nerviosa, no esperaba que hiciera eso
-Dale, ponetela, yo no tengo frío. Te podés enfermar.
Le obedecí y seguimos caminando, hasta que llegamos a mi casa, aunque realmente no quería volver.
-Bueno...muchas gracias por todo, de verdad
-No hay de qué, pero...¿estás bien?
-Si, claro ¿por?
-No sé, te veo triste
-No, no, nada que ver –me saqué la campera y se la devolví– muchas gracias por prestármela
-De nada, nos vemos el lunes, chau –se alejó caminando calle abajo. Cómo me encantaba. Esto ya estaba pasando de la fase “me gusta” a la fase “estoy enamorada”. Mercy, bienvenida al mundo del dolor.

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Antes de que me reclamaran, volví a subir, ahora si, creo que hasta el año que viene no hay mas, eh! No insistan! jaja
Bueno, espero que hayan pasado bien la Navidad y que hayan recibido lo que pidieron. Yo como no recibí lo que pedí, cumplí con lo que dije que iba a hacer: prender fuego el árbol. ¿No me creen? Acá están las pruebas:





hasta la tele vino:

23 diciembre 2011

Capitulo 19 Un gran encuentro

La semana había trascurrido un tanto rara. Mi abuela no estaba bien, pero mis padres tampoco aunque eso no era novedad. Trataban de no pelear, para que ella no los escuchara, pero no sé que prefería: si sus continuas peleas, o ese disimulo que ponían esa cara de “Está todo bien, somos la familia perfecta” que hacía que la tensión estuviera siempre flotando en el aire, daba la sensación de que en cualquier momento estallaba todo y se iba a todo al carajo.

En la Iglesia de St. Peter había mucha algarabía. Puestos de comida, globos, música y mucha gente. Faltaba poco para que actuara “The Quarrymen” como anunciaba el cartel al pie del escenario. Abby, Majo, Prudence, Isabella, Ursula y yo esperabamos ansiosas.
-Chicas ¿como están? –Paul apareció muy sonriente
-¡Hermanito! –gritó Majo-pensé que no ibas a venir
-Si, al final pude
-Si Paul vino...-empezó a deducir Prudence con mirada pícara- quizás también haya venido George...
-¡Señoras y Señores! –John ya estaba subido sobre el escenario, ya tenian todo armado- y chicas muy lindas que de acá veo-nos guiñó un ojo- somos The Quarrymen y hoy les alegraremos la tarde!
Comenzaron a tocar con mucho entusiasmo, realmente me sorpendieron, porque no lo hacia mal, siempre pensaba que se dedicaban a hacer desastres, pero esta vez tenia que reconocer que no.
-Lo hace bien ¿verdad? –una señora se habia acercado a mi y miraba a John con mucha dulzura
-Si, no esperaba que fuera asi
-¿Vos sos compañera de él?
-Si, y además vivo frente a su casa
-¡Ahh entonces sos Mercy!
-Si..-dije ya un poco extrañada
-¡Yo soy Julia, su mamá! Me ha hablado de vos
Seguimos charlando y mirando a John y a su super banda y también aplaudiendo, al parecer, a la gente le gustaba el show. Paul lo miraba muy concentrado y a veces reía con los chistes que estaba diciendo John.
-Majo ¿vos conocias a este chico?
-Es amigo de Mercy....¡Ah! MERCY!-gritó mirandome a mi- en esa banda toca el chico lindo que te saludó la otra vez
-Si....Ivan...ya te dije que te lo regalo con moño y todo. Quizás sea la forma de sacarmelo de encima, aunque suene mal
-¿Por?
-Porque me dijo que gusta de mi.
-¿Y a vos no te gusta?
-Obvio que no.
Terminé de decir eso y vi que Richard pasaba frente a mi. No esperaba verlo ahi, pero tampoco sabia bien si era él o producto de mi imaginación. Mi cara debe haber sido la de una completa tarada, ya que las chicas se dieron cuenta.
-Eyy ¿qué te pasa? –preguntó Abby
-¿Quién es ese chico? ¿Por qué lo mirás asi? –Majo parecia muy interesada
-Es Richard –dijo Isabella interviniendo- es su compañero de escuela.
-Y ella está loca por el –agregó Prudence entre risas
-¡Callense y no inventen! –grité enojada- lo mismo podria decir de Abby con Paul o Prudence con George, o Isabella con John o Majo con Ivan. Y sin embargo no digo nada. Asi que no me molesten ustedes a mi.
-Uff qué carácter –dijo Ursula
-No entiendo como podés juntarte con ellas –le dije en alusión a las otras locas, que simplemente seguían riendose de mi
-Sabes algo..el otro chico es lindo...
-¿Quién? –dije mirando hacia el mismo lado que ella- ¿Shotton? ¡Estás loca! ¡Es horrible! ¡Y aparte es un mamerto!
Ursula largó una carcajada.
The Quarrymen dejó de tocar e Ivan se acercó a Paul
-Ey Paul quiero presentarte a alguien
-¿A quién?
-A John, el chico que canta
-¡Ah buenísimo, porque quería conocerlo!
Se fueron caminando juntos hacia la parte de atrás del escenario, donde John y sus amigo festejaban el debut.
Mientras las chicas seguían hablando de sus cosas, yo comenzé a buscar con la mirada a Richard, pero ya no estaba. Dios, ¿tanto me gustaba? Yo no quería eso, pero hacía las cosas inconcientemente, y después me daba cuenta.

Cuando la fiesta terminó, fuimos todos hasta la cafetería, allí estaba Paloma y George, peleando.
-Paloma, no sabia que trabajabas los sábados también –dije saludandola con un beso- George, vos siempre comiendo
-¡Me tiene cansada! –dijo Paloma- siempre viene a molestarme
-Eso te pasa por tener hermanitos chiquitos, como yo, ¿no ves que soy una inocente criatura?
-Si, si, si. Sos hermanito chiquito cuando te conviene.
-Es un castigo este chico- Cris estaba asomada a la puerta de su oficina
-Ey Cris! ¿Como estás? Ellas son mis amigas –dije mostrandole a las chicas- vinimos de una fiesta
-Ah, sabía de esa fiesta, me hubiera gustado ir, pero habia que arreglar cuentas
-Chicas ya me tengo que ir –Prudence nos saludó
-Ammm...yo también me voy –George “milagrosamente” dejó su comida- ¡nos vemos! Prudence....¿querés que te acompañe?
-Claro, vamos –los dos salieron juntos, charlando
-Umm...estos dos son raritos- Paloma rió
-¡¡¡LLEGÓ LA MEJOR BANDA!!!- me di venta y vi, ¿a quien mas? A John, gritando como loco, parado en la puerta de la cafetería con los brazos en alto, seguido por sus amiguetes
-John! –corrí hacia el y lo abrazé- ¡te felicito! ¡me sorprendiste! Estuvieron genial
-Ya, ya ya,, no me abrazes, me estás haciendo pasar vergüenza- dijo separandome, mientras hacia cara de asco
-Bien quisieras que te abrazara otra –lo solté y me dirigí a saludar y felicitar al resto de la banda
-¡Pidan lo que quieran que hoy pago yo! ¡En poco tiemopo, aquella rockola pasará nuestros discos! ¡Paloma, traé una cervezas!
-Acá no se vende alcohol –Cris apoyada en la barra, miraba a John
-Ohh...pero miren a quien vengo a encontrarme...¿como estás preciosura? –se acercó a ella, apoyandose también en la barra- entonces traeme algo que te guste a vos, linda...
-¿Te vas a arriesgar a eso?
-Claro que si, te demostraré que soy bien hombre
Cris largó una carcajada
-Andá a jugar con los autitos –riendose, se metió en su oficina
Todos nos reímos de John y el. lejos de enojarse, empezó a dar saltos
-¡Si! ¡Como me gusta este pedazo de mujer!
Isabella lo miró algo triste y yo me acerqué a ella
-Isa, no te preocupes, dice que le gusta porque ella lo desafía, pero en realidad no es asi, lo hace solo para payasear. Cris no es un peligro- le guiñé un ojo
-Gracias- dijo sonriendo


-¿Y te gusta la música? –George caminaba junto Prudence, ya estaban por llegar a la casa de ella y en todo el camino fueron riendo y charlando
-Si! ¿a quién no? Estoy aprendiendo a tocar la guitarra
-¿De verdad?
-Si, y también toco el piano
-Entonces si un dia quiero formar mi banda, ya sé a quién buscar
Prudence rió. Ese chico tan serio que parecía a veces, era realmente gracioso y simpático...
-George, yo vivo acá
-¿Me lo decís para que cuando quiera formar mi banda ya sepa donde te puedo encontrar?
-¡No tonto! Te digo porque ya me tengo que despedir, gracias por acompañarme
-No, gracias por acompañarme vos a mi –le tomó la mano y Prudence se quedó paralizada. El sólo sonrió y la soltó, para luego alejarse.


-Ey, arbusto –John se acercó a mi, estaba asentada en el cordón de la vereda, contemplando el cielo nocturno
-Hola super estrella. Con vos estoy enojada
-¿Por?
-Porque me dijiste que te doy vergüenza
-Jaja, es que es la verdad
-Gracias.
-¿Querés? –dijo extendiendo un atado de cigarrillos
-Ya te dije que no fumo
-Probá uno
-Está bien
Me ofreció su cigarrillo y le di una calada. Tosí. Tosí como loca, casi vomito. Tiré el cigarrillo a la calle
-¡No lo desperdicies! –dijo levantandolo
-¡Idiota, esa porquería casi me mata!
-Ya lo sé, ¿porqué crees que me río?
-No entiendo qué le ves a estar con eso en la boca, respiradote ese humo –tosí una vez mas
-Vine para hacerte una pregunta. ¿Conocés al Paul ese? Paul Mcnosequé
-McCartney. Si, lo conozco, es hermano de Majo, mi amiga
-Quiero que esté en mi banda, toca jodidamente bien. Me lo presentó TU Ivan
-Imbécil
-Te decía que me lo presentó Ivan, son amigos. Me dijo que canto bien, que le gusta como le cambio las letras a las canciones, le dije que es porque me olvido las letras. No sé, voy a consultarlo con los otros, estaría buen que esté en la banda.
-Si vos decís.....-dije quedamente
-Mercy ¿que te pasa? –dijo sentandose junto a mi. Increíblemente, estaba serio- Estás mas rara que de costumbre...¿tenés mal de amores?
Sentí que quería llorar y no sabía porqué ¿Nunca les pasó tener muchas ganas de llorar y no tener razón, ni siquiera la de “estoy en mis días, estoy sensible y quiero llorar”? Bueno asi estaba yo. No sabia si era por mi familia, por Richard, o porqué. Simplemente quería llorar, pero no ahí, con el.
-Ey...Mercy..¿estás bien? –volvió a preguntarme, traté de mirarlo, pero no podía aguantar las lágrimas y no quería que el me viera llorando
-No sé si estoy bien, John. No se que me pasa –alcanzé a decir eso y me quebré, me largué a llorar y el solo me abrazó- Perdoname por esto, John. Soy una estúpida
-¿Por qué decís eso?
-Porque es así. Ni siquiera sé que tengo.
-No te preocupes. A veces pasa eso. Pero quiero que sepas que te puedo ayudar, por mas que siempre te esté molestando. No sé, tampoco quiero que pienses que me gustás o algo, porque nada que ver. Te veo como una amiga, una buena amiga. Podés contar conmigo.

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Si, no me digan nada. Tienen 7 francotiradores apuntandome a la cabeza, porque no les subo capitulo. Pero ahora diganles que se vayan, ya les subí. Como ven, no es la gran cosa, pero prometo que será mejor la próxima jajaja. En realidad iba a subir otro capitulo, pero era demasiado deprimente, asi que lo salté y puse este.
Bueno, quiero desearles Feliz Navidad y un mejor año, que dicen que será duro, espero que no lo sea para ustedes y que las profecías mayas no se cumplan jaja y espero encontrar debajo del arbolito esto:



o si no le prendo fuego!

01 diciembre 2011

Capitulo 18 Ursula, el nuevo trabajo y encuentros del tercer tipo (?)

Abrí un ojo. Era sábado y no entendía porqué mi madre me estaba zamarreando. Algo me decía, pero no entendía qué. Detestaba cuando me daban noticias por la mañana, no reaccionaba, podían decirme que habian tirado la bomba atómica en la ciudad y mi única respuesta sería levantar una ceja.

-Pará, pará ¿qué pasa? –dije sentandome

-¡Que te apures, viene la abuela! –se fue

¿La abuela? ¿Ahora? ¿Tan rápido? Me vestí y miré el reloj. Las 8 de la mañana. Bajé, mi madre preparaba la pequeña habitación que habia abajo. Me preparé el desayuno y comenzé a tomarlo cuando escuché que unos autos llegaban. Me asomé por la ventana y vi dos autos y una ambulancia. Bajaron unas personas, reconocí a una hermana de mi abuela y unos vecinos de su casa de Londres. De la ambulancia bajaron médicos, o enfermeros, no sé. Mamá abrió la puerta y los hizo pasar. En un segundo la casa estaba invadida de gente y entraron a mi abuela en una camilla. Me preocupé mas, una cosa era imaginar cómo estaba y otra verla directamente. La llevaron a la habitación y, asi como se habia llenado, la casa volvió a quedar vacía con la misma rapidez. Me quedé mirando como se iban todos, era evidente que aún no podía reaccionar. Escuché que me llamaban y me asomé a la habitación.

-Hola Mercy ¿cómo estás? –mi abuela me hablaba quedamente, pero con una sonrisa, desde su cama

-Bien abuela

-¿Como lo estás pasando en Liverpool?

-Bien, hice muchos amigos

Mamá seguía corriendo de aquí para allá y me dijo que ayudara a la abuela a tomar el desayuno. Eso hice, mientras charlabamos. Cerca del mediodía, tocaron timbre. Abro y me encuentro con John y su guitarra

-¡Mercy, vecina, arbustito! ¡Tengo un notición!

-John, por favor, no grites –salí afuera, cerrando la puerta detrás mio y me senté en el umbral.

-¿A que no sabés qué?

-No

-¡En 15 días actuamos con la banda!

-¿Qué?

-¡Si, en la fiesta de la Iglesia de St. Peter! Me imagino que vas a ir ¿no?

-Si, creo...te felicito John

-¿Te imaginás? ¡Este es el comienzo de mi super gran carrera!

Comenzó a rasgar la guitarra mientras saltaba en un pie, igual a Chuck Berry

-¡John dejá de hacer esa ridiculez!

-¡Chuck lo hace!

-Te doy un notición: no sos Chuck

-¡Ufa que mala onda tenés hoy!

Miré a otro lado. Sinceramente, no sabia qué me pasaba. El se me quedó mirando serio, como hacia cada vez que quería descubrir qué le pasaba a alguien. Se sentó a mi lado.

-A vos te pasa algo

-Supongo que si...pero no sé.

-Estás triste

-A la mañana trajeron a mi abuela

-Que bueno! ¿Puedo conocerla?

-John....-está muy mal...no pensaba que estaba así...además se nota que está sufriendo mucho...-los ojos se me empañaron

El solo me miró y me revolvió el pelo, como hace un adulto con un niño.

-Tranquila, ya se va a poner bien, acá tiene quien la cuide, en cambio antes no.

-No habia pensado eso. Si, seguro que se mejora, gracias.

Sonrió, volvió a pararse y continuó con su imitación de Chuck Berry

Día lunes. Cinco menos cuarto de la tarde. Allí estaba, a punto de entrar a mi primer trabajo. Respiré hondo, cerré los ojos, puse la mano sobre el picaporte de la puerta, estaba por abrirla....

-¡Hola!

Me asusté. Cris estaba sonriendome.

-Veo que llegaste temprano ¿Como estás....¿como te llamabas?

-Mercy

-Ah, cierto, Mercy. Pasá.

Entré tras ella, que me llevó a una pequeña cocina. Sacó un delantal y un par de guantes de goma.

-Bien, acá hay detergente, esponjas, trapos y todas esas porquerías para lavar –rió, mientras me señalaba una alacena- y allí se guardan algunos vasos y pocillos –me mostró un armario.

-Ok!

-Tratá de no romper nada

-No te preocupes

-Y no estés nerviosa, lo harás bien –me guiñó un ojo y de fue, cruzándose con Paloma, que recién llegaba.

-¡Mercy! ¡ya llegaste compañera!

-Si...¿creés que lo haré bien?

-Ay, ¡Claro que si! –se ató el cabello y se colocó una gorrita- te dejo, ya están llegando clientes....¡pero mirá quienes son!

Me asomé y vi a Abby, Paul y George

-Vinimos a desearte suerte

-Gracias Abby, que buenos son

-Yo solo vine a comer- dijo George- traeme algo, hermanita

-¡George no empieces!

Me quedé charlando con ellos, ya que aún no habia nada por lavar.

-¡Mercy! –detrás de la vidriera, en la calle, Prudence e Isabella me saludaban. Las invité a pasar.

-¿Como estás amiga? –preguntó Prudence, para luego mirar a los presentes- ay...soy yo o....

-Si, está George, andá a hacerle companía jaja

-Quiero un café, o mejor un licuado, o...-Isabella estaba entusiasmada, tratando de elegir algo

-Pedí algo que yo no tenga que lavar –la miré amenazadoramente

-Entonces quiero un helado de palito

-Te convenía –dije riéndome

-Hola Prudence ¿como estas? –George, mientras comía algo que le robó a su hermana, se acercó

-Bien George ¿y vos?

-Ahora que estoy comiendo, bien

-Ah –respondió indiferente

-Pero ahora que te veo, muy bien

-Qué loco –dijo Prudence poniéndose colorada

Entre todos nos mirabamos, cómplices por la situación.

-Buenas tardes....-todos nos dimos vuelta para ver quién habia entrado

-¿Ursula? –dijo Isabella sorprendida

-¿Isa? –preguntó....¿Ursula?

-¿Qué haces acá vecina?

-Pasaba...y se me antojó tomar algo....

-Vení, te presento a mis amigos –Isabella se acercó junto con la chica, que nos saludó a todos

-Asi que te llamás Ursula –dijo Paloma

-Si ¿y ustedes?

Todos nos presentamos y al rato la chica, que parecía tímida al principio, estaba charlando como si nos conocieramos de toda la vida. Prudence, cuando se hacia un tiempo de la charla solitaria que estaba teniendo con George, le reprochaba a Isabella por no haberle dicho nada de su vecina. Yo los miraba a todos y me reía, al parecer, habia ganado otra amiga mas. Qué loco, de no tener a nadie, ahora tenia “un millón de amigos” como dice la canción.

Comenzaron allegar mas clientes y los chicos se fueron, para no molestar.

Entré a la cocina....

-AAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHH!!!!!!!

-¡Tranquila vecina!

-¡John por Dios, casi me matás del susto! ¿por dónde entraste?

-Por la puerta que está acá, tonta –me señaló una puesta pequeña que habia, que yo no habia visto

-Andate, si te ve la dueña te mata

-La quiero conocer

-Dejate de joder

-Vine a saludarte por tu primer dia de trabajo, pero como siempre, me despreciás

-No me vengas con eso ahora querés...

-¿Qué está pasando acá? –Cris estaba en la puerta, mirándonos

-Ehhh...

-¿Vos sos la dueña?

-Si ¿y vos?

-John, amigo de tu nueva empleada

-Que bien. Podés irte.

-Pero...

-Pero nada. La estás distrayendo.

-¿Y si te digo que vine a verte a vos? ¿Eh, que me decís, bonita? –levantó una ceja y puso una mirada seductora, que me causó risa

-Que bueno, no sos el único

-Ah ¿no?

-No. Y sos demasiado nene para mi, no estoy para andar cambiando pañales. –dio media vuelta y se fue. Si, es mi ídola, le ganó a John

-Ohh...esta mujer es genial ¡me gusta!

-John..no te curás mas...

-Ay, eso ya lo sé. Me dijiste que era joven pero no tanto...¡está buenísima! –se asomó al negocio y, aprovechando que Paloma estaba de espaldas, le robó una dona

-¡Lennon! ¿Qué haces? ¡Te voy a matar!

-Tranquila arbusto, no pasará nada, solo tengo hambre...ver mujeres como la que acabo de ver me abre el apetito...a propósito, la chica que atiende no esta mal...

-No digas eso de Paloma

-Lindo nombre. Bueno me voy a la casa de mi mamá, Chau.

Mi día de trabajo terminó, habia estado muy bien. Lo había hecho todo muy rápido y me sobró tiempo para ayudar a Paloma. Después nos despedimos de Cris y caminamos juntas unas cuadras hasta que ella llegó a su casa. Yo debía seguir, y ahi me di cuenta que era demasiado de noche para andar sola por la calle.

-Esto no me gusta nada....bien, caminaré como si fuera mediodía, y no las 10 de la noche

Miraba a todos lados, pensando que en cualquier momento alguien podria aparecerse.

-¡Compañera!

-AAAAAAAAAHHHHHH!!!!!

-Ey, no te asustes jaja

Oh. Esto no puede ser cierto. Es...Richard

-Es que no esperaba que estuvieras por acá...

-Yo tampoco ¿venís de trabajar?

-Si, si –dije tratando de recuperar el aliento por el susto

Caminamos juntos. Este chico se veía adorable con el uniforme del colegio, pero así como estaba vestido ahora, o sea, de teddy boy....uffff...se veía sexy. ¡Mercy! ¿Qué estás pensando? ¡El domingo irás a confesarte! Si, claro...

-¿Y como fue tu día?

-Bien, por ser el primero

-¿Y siempre saldrás a esta hora?

-Si

-¿Y no te da miedo?

-Tengo que confesar que tenía miedo

-¿Y ahora?

-No, ahora estoy con vos –jeje, agarrá esa indirecta!

-¿Y a mi no me tenés miedo? –momento...a qué viene esa pregunta?

-Jajaja, no, sos un teddy boy que no da miedo

-Eso porque no me conocés bien –epa! epa!

-Y bueno, conozcámonos –ay ¿qué dije? Ahora si me fui al carajo, me parece. ¿Miren si resulta que aprovecha lo que le dije porque tiene doble personalidad y de día es bueno pero de noche es un violador o un asesino serial? Ay, que de pelotudeses que pienso.

El resultado fue que no me contestó nada. Al parecer no tenía doble personalidad.

-Me enteré que John tiene una banda

-Si, nunca los vi tocando así que por ahora pienso que es una banda de delincuentes

-Que mala –rió- yo estoy en una banda.

-¿Ah si? –je, ya lo sabía

-Si, toco la batería

-¿De verdad? –también lo sabía jeje

-Si, me encanta ¿vos tocás algo?

-Aparte del timbre, el piano.

-¡Qué bueno!

-Eh...yo tengo que doblar acá –dije señalando la esquina

-Ah bueno, yo sigo derecho. Nos vemos mañana

-Si, claro. Gracias por acompañarme. Ah, John vive ahí –le mostré una casa- digo por si un dia querés visitarlo. Yo vivo enfrente.

-Ah, ok. Bueno, nos vemos, suerte.

Entré a mi casa casi como flotando. Como una tonta sentía que mi príncipe me había cuidado de los lobos feroces del bosque. No hay dudas, sigo pensando pelotudeses.

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Si, si, si, ya sé que merezco que me agarre la Inquisición y me tiren en la hoguera por no subir mas rápido, lo sé, lo sé. Por eso les digo que hagan conmigo lo que quieran!

Ursulita, apareciste! Te prometo que tendrás mas apariciones porque esta fue un poco corta jaja

Le mando un saludín a Paloma que hoy cumple años.

bueno, me voy a estudiar un rato, porque si saco buenas notas, quizás, quizás, en un futuro lejano, me bequen (o algo asi) para ir a...la Universidad de Liverpool!!!!!! Demás está decir que por ahora es lo único que me motiva a estudiar jaja

Besos!